A 93 años de una epopeya boxística

Un día como hoy, 93 años atrás; Argentina conseguía su primera medalla olímpica gracias al pugilista Pedro Quartucci quien logró adjudicarse la presea de bronce de la categoría mosca en París 1924. En esos mismos juegos, el deporte de los puños aportó otros tres podios: El tandilense Héctor Méndez  en la categoría medio mediano, sumado a Alfredo Copello en los livianos, consiguieron  medallas de plata. Alfredo Porzio en la categoría pesado logró la segunda medalla de bronce.

Por Alejandro Severini

Pedro Quartucci: Porteño nacido el 30 de julio de 1905, fue un reconocido actor –participó en la película Escuela de Campeones sobre el club Alumni y la Familia Falcón- llegó a la justa olímpica de París gracias a una colecta realizada por actores luego de clasificarse al vencer al púgil Julio Mocoroa. En las olímpiadas superó a Henri Stuckmann, Arthur Henry Beavis y a Marcel Depont. En la semifinal sería derrotado ante el estadounidense Jackie Fields (quien luego obtendría el oro). La medalla de bronce la obtuvo luego de superar al belga Jean Devergnies.

Alfredo Porzio: Nació el 31 de agosto de 1900 en Buenos Aires. En los juegos, se impuso sobre Charles Peguilhan y Ed Greathouse. Perdió ante el noruego Otto Von Porat, por lo que debió superar al holandés Henk de Best para obtener, de esta manera, el tercer puesto.

Se retiró en 1930 y al igual que Quartucci, tuvo una carrera actoral. Luego fue director técnico de conocidos púgiles como Eduardo Lausse, Alfredo Bunetta y Ricardo Gonzalez. Falleció el 14 de septiembre de 1976, el día del boxeador.

Alfredo Copello: Nació en 1903. En su periplo en París, superó a William White, Luigi Marfurt, Benjamin Rothwell Jr y Jean Tholey  por lo cual se ganó su pasaje a la final donde, lamentablemente, fue derrotado por el danés Hans Nielsen. Luego de su gran actuación, fue tapa de El Gráfico.

Hector Mendez: Nació en Tandil en 1897, debutó el 15 de Julio en dicho certamen. Allí consiguió doblegar a Valter Palm, Andreas Petersen, Alfred Mello y Patrick Dwyer. En el combate final, perdió por puntos ante el belga Jean Delarge. Por su desempeño, fue elegido para ser el abanderado en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Amsterdam 1928 pese a no participar de los mismos como pugilista.

El resto del equipo se completó con: Alfredo Santoro, Manolo Gallardo, Mario Reilly, Vicente Catada, Benjamín Pertuzzo y  Arturo Rodriguez Jurado; este último conseguiría la medalla de oro en Amsterdam 1924.

Para poner en contexto la importancia de esta epopeya, vale resaltar que el boxeo es el deporte que más preseas aportó al medallero de Argentina, sumando 24 en total. Pese a esto, nuestro país no consigue un podio en dicha disciplina desde Atlanta 1996; el último fue Pablo Chacón, quien compartió el bronce junto a Floyd Mayweather.

A continuación les ofrecemos la palabra del presidente de la Federación Argentina de Box, Luis Romio, acerca de este hito en la historia olímpica argentina:

Contundente derrota de Jonathan Barros ante el campeón Lee Selby

El argentino Jonathan Barros (57,150)  desaprovechó la oportunidad de volver a consagrarse campeón del mundo al perder ampliamente por puntos, en decisión unánime, ante el galés Lee Selby (56,900) quien con este resultado retuvo su cetro ecuménico de la FIB en un combate disputado en el Wembley Arena de Londres.

Por Alejandro Severini

Luego de la frustrada pelea, pactada en un principio para enero y en los Estados Unidos, finalmente Barros y Selby midieron fuerzas, aunque en Reino Unido, donde este último fue local. En el comienzo del combate, Barros salió a tomar el centro del ring con el objetivo de plantear un combate en la corta distancia, pero Selby siempre se mostró inteligente para aprovechar su mayor alcance de brazos y haciendo gala de una velocidad y un estado atlético notables.

En el quinto round, se abrió una esperanza para Barros debido a que logró cortarle el ring a su oponente, sumado a que por un choque de cabezas se produjo un corte en la ceja del británico, quien en los rounds posteriores abusaría de la vaselina en esa zona, aunque el árbitro Steve Gray advirtió y corrigió esta anormalidad reglamentaria, en ese tramo del combate, hubo un estancamiento por parte de Selby, lo que permitió al  púgil mendocino acercarse en las tarjetas.

Es en este contexto que debemos resaltar un grave error de Gray, al detener el combate para darles indicaciones a los boxeadores en el mejor momento de Barros quien cometió el error de no ir a buscar en forma agresiva a su oponente, lo que permitió la recuperación de Selby quien al contrario de su rival tuvo desde allí un rendimiento progresivo. Recuperó la velocidad de los primeros asaltos en el resto de la pelea.

En contraposición al galés, el pugilista oriundo de Mendoza fue quedandose totalmente estático, y en todos los cruces, Selby lo hacía errar, luego pegaba y salía de la zona de peligro, difuminando las pocas ilusiones que hasta ese momento conservaba el público argentino que esperaba una nueva consagración mundial. En los rounds finales Barros pareció resignarse ante la clara superioridad de su rival.

Para coronar su gran desempeño. En el último round conectó un cross de izquierda en el rostro de Barros que lo hizo visitar la lona al encontrarse mal parado y luego de sufrir castigos ininterrumpidos a causa de una escasa producción en ese segmento del combate.

Las tarjetas de los jueces decretaron un fallo unánime a favor de Lee Selby, en consonancia, este cronista realizó una tarjeta extraoficial de 116 a 111.

Cabe resaltar que en la previa del combate no faltaron los condimentos y alicientes, ya que es necesario recordar la polémica que se generó en enero con los manejos poco claros y maniobras desprolijas que decantaron en que el combate se suspendiera hasta el día de la fecha y que la sede se mudara al país natal del campeón defensor.

Selby, a pesar de que en los últimos días sufrió la muerte de su madre pero igualmente quiso subir a combatir y obtuvo una contundente e indiscutible victoria.

Luego del combate, Barros brindó una entrevista en la cual dijo respecto al futuro de su carrera, concluyó: “Quiero volver a intentarlo, no quiero fallar una vez más”. 

Castaño se consagró ante Michel Soro en un fallo dividido totalmente sospechoso

El argentino Brian Castaño (69,800) retuvo el título mundial interino AMB superwelter al vencer en decisión dividida al marfileño nacionalizado francés Michel Soro (69,700) en un combate disputado en la localidad de Evian y en un entorno de sospechas a la hora de dictaminar el resultado final del mismo.

Brian Castaño dejó en claro desde el comienzo del combate que no tenía intenciones de dejar su faja AMB en territorio galo, ya que desde la primera campanada se llevó por delante al local, que en ningún momento de la pelea supo cómo detener los embates del argentino. Se vio sorprendido y cometió el error de aceptar la lucha en la corta distancia, que suprimía su mayor alcance de brazos y altura.

Ante esta situación, Soro recurrió a usar su cabeza como un ariete, aunque esta artimaña no hizo mella en Castaño, quien en todo momento conservó el temple necesario para afrontar este tipo de contienda. Solo en dos rounds administró su energía, en el resto no escatimó en castigar a su rival sobre todo cuando se refugiaba en las cuerdas y más de una vez padeció la potencia del oriundo de isidro Casanova; el árbitro Mikael Hook tuvo un desempeño impecable.

Como era de esperarse el público solo celebraba los golpes de Soro, y lamentablemente, existe una regla no escrita donde el boxeador visitante debe noquear o ganar por amplia diferencia ya que los jurados suelen fallar a favor del local independientemente de lo que suceda arriba del ring.

Esta pelea hubiera tenido el mismo desenlace, la dilación al momento de entregar el fallo al presentador dejaba lugar a la sospechas. Las mismas se acrecentaban conforme se observaba la mesa fiscalizadora que hacia cuentas con un celular, sumado al extraño comportamiento de quienes la integraban.

Es en este momento, se escuchó la voz de Castaño quien dijo irritado: “Cómo tardan, la quieren robar”. Fue clave que Sebastián Contursi, manager de Castaño, se acercara a observar lo que allí sucedía, sumado a las cámaras de Canal +, que con gran tino evitaron que se perpetrara una injusticia, cabe resaltar que ante la presencia de las cámaras de televisión se observó claramente como el papel que tenía el presentador fue devuelto a la mesa y se lo cambió por otro. Posteriormente el primero de ellos fue escondido debajo del cinturón que allí se hallaba.

Más allá de esta bochornosa situación, dos jueces lo vieron ganador (113-112 y 115-113), el otro, inexplicablemente vio ganador a Soro (116-112). La tarjeta de este cronista fue de 117 a 111 a favor de Castaño. A pesar de todo, Castaño logró cumplir, y con creces, su promesa de volver con el título a la Argentina.  

Resumen de la velada:

Dentro de la velada disputada en el Casino d´ Evian, el invicto armenio Arsen Goulamirian derrotó por nocaut técnico en la décima vuelta al estadounidense Mitch Williams, luego de castigarlo duramente en la mayor parte del combate, el árbitro se demoró en finalizar la pelea, por lo que permitió un innecesario castigo a Williams, quien se mantuvo en pie todo el combate.

En el semifondo,  el marroquí  Mohammed Rabii, bronce olímpico en Río 2016 y con un promisorio futuro, fue rápido y contundente para liquidar al georgiano Temur Abuladze por nocaut en el primer round con una definición con un cross de izquierda y un posterior directo que impactó en la quijada y dejó en la lona a su rival que no tuvo intenciones de volver a levantarse.

foto: La Nación